Torreón, Coahuila (08/11/2017).- Michael Chamberlin, subdirector del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, habló en Contextos acerca del estudio «Control…. Sobre Todo el Estado de Coahuila», que realizó desde hace año y medio en colaboración con la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de Texas, y en el que se vincula a autoridades del Gobierno de Coahuila con grupos criminales, como los Zetas, acusados de desaparecer y ejecutar a personas durante la ola de violencia que azotó la entidad en años anteriores.

Sobre los motivos del estudio, detalló que, mediante la prensa, se enteraron de la existencia de declaraciones dadas en juicios realizados en ciudades como Austin y San Antonio, en Texas, y estudiaron los expedientes para ver si había información que ayudara a dar con el paradero de algún desaparecido, y conforme avanzaron fueron descubriendo la complicidad de las autoridades en los crímenes de los zetas.

Calificó como «insidiosa y fuera de contexto» a la nota periodística publicada este miércoles en un diario estatal cuyo titular informaba que la Universidad de Texas se deslindaba de la investigación.

Explicó que este trabajo fue avalado por la Clínica de Derechos Humanos de dicha casa de estudios, pero a priori de cualquier publicación, la universidad -al igual de sucede en muchos diarios- indica que no se hace responsable de las investigaciones que desarrollan sus docentes y catedráticos, esto con el objetivo tanto de no obstaculizar la libertad de cátedra y análisis, como de no involucrar a las autoridades académicas.

Añadió que ahora las autoridades tienen la obligación de recopilar estos datos e iniciar las averiguaciones para deslindar responsabilidades y no dejar estos hechos en la impunidad, y ellos pueden levantar una denuncia por oficio por la gravedad de los hechos:

Lo que nos demuestran los juicios de Texas y este informe, es justamente lo que aquí no se está investigando, y es justamente cómo están las autoridades coludidas con el crimen o como lo estuvieron en su momento para permitir que ocurrieran tantas desapariciones, ejecuciones y ese estado de terror en que vivió Coahuila y en particular La Laguna”.