Liliana Rincón
Durango, Durango (24/07/2018).- La depresión posparto afecta a un promedio del 15 por ciento de las madres y es la enfermedad más frecuente en ese sector de la población, según informó la delegación Durango del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La institución aclara que el hecho de que el embarazo haya sido planeado y deseado no impide que algunas mujeres vean afectado su estado de ánimo en las semanas o meses posteriores al parto, y aunque aún se desconoce la causa exacta que pueda desencadenar una depresión, existen ciertos trastornos físicos, como la anemia o la alteración de las hormonas tiroideas que pueden favorecerla, así como la falta de sueño y el agotamiento.
Especialistas del IMSS señalan que es importante aprovechar los momentos en los que el bebé duerme para descansar junto a él, ya que incluso, tomar pequeñas siestas de 20 minutos mejoran el estado de ánimo de la madre.
Vivir la experiencia de un parto traumático, con fórceps o cesárea urgente, un bebé prematuro, o que ha requerido un ingreso hospitalario, pueden favorecer una depresión o un síndrome de estrés postraumático. En otras ocasiones se manifiesta como una obsesión por la salud del bebé o por su alimentación, de manera que algunas de las afectadas llegan a angustiarse porque sienten que la vida del recién nacido está en peligro al momento de bañarlo, o sienten que existe la posibilidad de acostarlo incorrectamente y que por ello pueda broncoaspirar.
Para superar la crisis depresiva, además de buscar asistencia médica y el apoyo de sus familiares, las afectadas deben dormir el mayor tiempo posible, buscar el contacto con quienes no tengan el padecimiento y que puedan trasmitirle sus experiencias positivas; salir a pasear, tomar el sol y hacer ejercicio moderado.