Lo que ha estado sucediendo en el arranque de la LXVI Legislatura Federal, y en particular en la Cámara de Diputados, es de llamar la atención; no tanto por lo que están haciendo los legisladores de la 4T quienes, como era de esperarse, han aplicado al pie de la letra el «plan C» del presidente López Obrador; sino por la manera en que está desempeñándose la oposición.
Y es que, en lugar de oponerse sistemáticamente a las iniciativas enviadas por el ejecutivo Federal, han tomado la postura de votar a favor, tres de las cinco grandes reformas constitucionales que se han presentado. Así, la reforma que garantiza el derecho de los pueblos indígenas y afromexicanos; la que obliga a que los incrementos a los salarios mínimos sean superiores a la inflación y la que eleva a rango constitucional el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, fueron aprobadas por unanimidad.
¿Son tales aprobaciones síntoma de que la oposición se rindió y se entregó a la 4T? No existen elementos para afirmar tal cosa. De hecho, la oposición ha acompañado su voto a favor de críticas severas al desempeño gubernamental del actual gobierno; y si bien han aprobado en lo general las iniciativas, han presentado un número importante de reservas, en lo particular, para cada una de ellas.
Por otra parte, no han cesado de tomar acciones en contra de las iniciativas a las cuales se han opuesto como bloque, tanto la reforma el Poder Judicial como la que pasa el control administrativo de la Guardia Nacional a las fuerzas armadas. Eso denota que estamos ahora ante una oposición que no se negará en automático a lo que proponga la mayoría calificada en el Congreso de La Unión, sino solo cuando de verdad amerite tomar tal postura.
Definitivamente amigo radioescucha, aunque es muy pronto para llegar a conclusiones, la postura que está asumiendo la oposición en el Congreso, permite alimentar en algo el optimismo en medio de un ambiente caracterizado por la elevada polarización. Hoy pareciera que los partidos de la Alianza opositora, así como Movimiento Ciudadano, al menos se dan cuenta de que sirve muy poco a sus intereses aparecer siempre como el malo de la película.