Esta frase de Dante Alighieri, autor de La Divina Comedia, la utiliza Luis Rubio para Reforma en el artículo Gobierno y Democracia, y refiere, citando al escritor italiano: “a la mitad del camino de mi vida me encontré en medio de un obscuro bosque, pues el camino preestablecido se había perdido”. Rubio reflexiona al respecto: “Cualquiera que sea la perspectiva preferida, ambas implican que el país tiene frente a sí disyuntivas fundamentales”. Hoy, los mexicanos estamos frente a la disyuntiva de seguir andando en el oscuro bosque de la crisis económica política y social, que puede conducir al infierno del caos, o buscar la salida que nos lleve al camino del progreso y el desarrollo.
Por desgracia, día con día se multiplica la molestia, angustia, impotencia y desolación en todos los grupos de la sociedad civil: obreros, empleados, desempleados, profesionistas, campesinos, amas de casa, estudiantes, micro y pequeños empresarios, y una sociedad civil más despierta, organizada y convencida de que es peor cerrar los ojos a la realidad; que lo mejor que se debe hacer es estar bien informados y conocer los diversos puntos de vista de politólogos, economistas y sociólogos que nos ayuden a normar nuestro criterio, a dejar de ver el árbol para observar el bosque y a tener un conocimiento más profundo de la realidad para empezar a transformarla.
Los organismos cúpula del sector privado que generan el 85% del PIB, lanzaron al presidente Peña Nieto y a todos los gobernantes un ‘ya basta’: en un desplegado que publicaron en varios periódicos nacionales, 19 organismos que agrupan a los hombres y mujeres más ricos de México, a la cúpula empresarial, a las cámaras de comercio e industria, a bancos y aseguradoras, cuestionaron a los tres poderes de gobierno por su inacción y su claudicación a proveer seguridad a los mexicanos. Reclaman: “ha habido ataques contra sociedad civil, empresas, trabajadores, policías, autoridades, militares y organizaciones empresariales. ¿Hasta dónde y hasta cuándo?”.
En el documento “México se los demanda”, condenan enérgicamente las agresiones contra el sector empresarial, así como los bloqueos de carreteras y casetas que han sucedido en varias zonas del país. Exigen a las autoridades garantizar las condiciones necesarias para cumplir sus objetivos y transitar con plena seguridad en todo el territorio, lo que, aseguran, “es indispensable para que la economía nacional crezca y mejoren las condiciones de vida de nuestra población. Es obligación de todos los ciudadanos respetar el Estado de Derecho y contribuir de manera activa a una cultura de legalidad”.
Por su parte, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, en su comentario semanal el pasado lunes dijo: “Es momento de reconsiderar proyectos o replantear sus tiempos de ejecución; priorizar lo urgente sobre lo que puede esperar y no comprometer sin necesidad las finanzas públicas. El gobierno se debe centrar en la eficiencia, transparencia y rendición de cuentas ya que el gasto público no ha tenido en los últimos años un impulso decisivo para dinamizar la economía”. El líder del organismo cúpula subrayó que urgen mejores resultados en el corto plazo, por lo que no se puede prolongar la cuesta de enero y el recorte de pronósticos sobre el crecimiento de la economía.
Raymundo Riva Palacio señala en El Financiero que “si se viola la ley y no hay costos el problema es de la autoridad; la indignación es contra los gobiernos por el incumplimiento de sus promesas. En septiembre el presidente afirmó que los tres niveles de gobierno tenían la obligación de garantizar la seguridad a todos. En diciembre aseguró que no habría más bloqueos en las autopistas y que haría que se cumpliera la ley. Nada de eso se hizo realidad. De manera recurrente, las palabras de Peña Nieto han caído en el vacío. Su discurso perdió credibilidad. La retórica gubernamental sufre una dislexia con la práctica”.
Definitivamente amigo radioescucha, tiene razón Luis Rubio cuando advierte que “el país carece de capacidad gubernamental incluso para lo más elemental: seguridad, justicia, infraestructura y disposición a generar certidumbre entre la población”. De ahí que se requiere de la fuerza ciudadana para establecer la sinergia necesaria con el gobierno y ascender los escaños que nos hacen falta para salir del subdesarrollo y llegar al olimpo de los países de primer mundo, para lo que se requiere de un esfuerzo extraordinario de ambas partes que implica unidad, trabajo y profundo amor a México, así como recordar las palabras de Dante: “el sendero al paraíso comienza en el infierno”.