Claudia Martínez Martell
Torreón, Coahuila (09/10/2024).- Para hablar sobre la restauración del Cristo de las Noas y la construcción de una corona para esta imagen, nos acompañaron en Contextos el sacerdote Víctor Manuel Gómez, rector del Santuario del Cerro de las Noas y Enrique Tabares, arquitecto encargado de la restauración.
El padre Víctor Manuel Gómez detalló que las obras consistirán, primero, en un mantenimiento general, el cual no ha recibido desde hace aproximadamente 20 años; luego, está la inquietud, que nace con el padre José Rodríguez Tenorio, de coronarlo; por lo que el Consejo Administrativo apoyó dichas iniciativas. Resaltó que el santuario cumple 50 años, cuando el Papa lo nombra como tal y el nuncio apostólico bendice esa imagen de Cristo Rey, misma que pasó por diferentes etapas, cuando medía 5 metros, después 12, y ahora los 22 metros.
La inversión, dijo, será entre 1 y 2 millones de pesos, por lo que invitaron a la comunidad a cooperar desde un peso. Los trabajos comenzarán en enero, debido a que se considera la temporada baja en asistencia, “ya hemos rebasado el millón de visitantes por año a este complejo turístico-religioso, conformado por tres partes: Santuario, Puerto Noas y el teleférico”.
Respecto a si la religión ha jalado al turismo o viceversa, el clérigo manifestó que el turismo nace a través de las peregrinaciones, desde las persecuciones cristeras, porque la gente hospedaba al que iba a peregrinar a Tierra Santa, “los primeros lugares turísticos fueron las zonas religiosas, de ahí nace todo lo que hoy conocemos como turismo, y la iglesia tiene el deber ser de evangelizar, de ser un signo de paz y unidad en todos estos sitios, no solo la iglesia católica, sino la judía y la musulmana, que también tienen que cuidar dichos espacios”. Agregó que la gente sí va a ver al Cristo, “hay devoción”.
Por su parte Enrique Tabares, precisó que el monumento fue construido hace 41 años con un sistema constructivo de hormigón, “son cerca de 580 toneladas de concreto que al paso de los años ha sufrido deterioro; hay una escotilla en la parte superior de la cabeza, donde existe mayor desgaste, afortunadamente no es un daño estructural severo y los ingenieros garantizaron que la estructura está en buenas condiciones, sin embargo, es momento clave para dar un mantenimiento mayor”.
Detalló que en la parte interior hay que resanar con cementos plásticos, aplicar una textura para que comprima las fisuras generadas por el paso del tiempo y la humedad, después aplicar recubrimientos con pinturas epóxicas, que garantizarán una vida mayor del monumento; además, se está generando un manual de mantenimiento, para que éstos no sean correctivos, sino preventivos.