Lo sucedido el viernes pasado fue una noche emocionante e inolvidable para todos los que tuvieron la oportunidad de vivirla en Anaheim California. El equipo de los Angels en su primer juego en casa después de la tragedia que tomó a todos desprevenidos, la muerte del pitcher zurdo Tyler Skaggs, decidieron usar todos, el número 45 y el apellido en los uniformes de Scaggs dedicándole a su memoria la actuación del primero de la serie ante los Marineros de Seattle.
El béisbol de repente decide engalanar detalles como los de los compañeros de Skaggs o será que los ángeles (literalmente) decidieron jugar esa noche en honor del derecho de Woodland Hills California. Resulta que Taylor Cole y el dominicano Félix Peña se combinaron para lanzar un sin hit concediendo una sola base por bolas (único embasado del partido de Seattle). Todo inició con una premonición, la mamá de Tyler, Debbie, ex coach de softball en la prepa de Santa Mónica lanzó la primera bola, un perfecto strike a la mascota de Dustin Garneau. El apellido de soltera de la señora Scaggs es Salcido, los padres de ella son mexicanos, por esta razón Tyler había declarado que si México se lo pedía con gusto representaría a nuestro país en el Clásico Mundial.
La escena del último out del juego del viernes quedará para siempre en la memoria de los fans, no solo el hecho de tirar la joya, si no en la noche dedicada al compañero caído. Fue una rola de frente a la segunda de Mallex Smith, el venezolano Luis Rengifo no levantó a la primera oportunidad, pero se rehízo y sacó con tiempo en la inicial para el out 27 y el segundo sin hit de la temporada cayó. El primero lo lanzó Mike Fiers de Oakland vs Cincinnati el pasado mayo siete. Fue el sin hit combinado número trece de la historia y el primero desde el cuatro de mayo cuando en Monterrey los Dodgers se lo aplicaron a los Padres de San Diego.
El juego había terminado y los 43,140 aficionados explotaron de alegría, las emociones siguieron, los peloteros de los Angels se despojaron de sus camisolas y las colocaron en el montículo donde estaba dibujado el número 45 de Tyler Scaggs , después con la mirada al cielo oraron por un momento y tenemos que caer al lugar común, ni escrito por el mejor guionista de Hollywood. Conmovedor ver como la tristeza se tornó en alegría, el beis regalaba ese invaluable momento a los ejemplares compañeros de Skaggs.
Y los números, las estadísticas aparecen, y es aquí cuando me quito el sombrero para quien hurga y da con datos que si no estuvieran documentados parecerían inventados. Primero, la última vez que en el estado de California se lanzó un sin hit combinado fue un 13 de julio de 1991 entre Orioles vs Atléticos en Oakland, el mismo día en que nació Tyler Scaggs. Segundo, resulta que este no hit combinado que le recetó Anaheim a Seattle tuvo un relevo de siete entradas de parte de Peña que entró a lanzar por el abridor Taylor Cole que solo cubrió dos entradas, el segundo relevo más largo en un sin hit combinado. El más largo relevo en un no-no combinado fue en 1917 cuando Ernie Shore relevó a Babe Ruth que ¡fue expulsado después de un bateador! Méndigo Bambino hasta en eso fue un fenómeno.
Por cierto, el mismo viernes en San Diego se dio el debut del chamaco mexicano Andrés Muñoz de los Padres contra los líderes de la este de la Nacional los Bravos de Atlanta, Muñoz colgó el cero en la sexta entrada con lanzamientos cerca de las cien millas incluyendo uno de 101.9 mph, le dio la base a Nick Markakis, pero luego obligo al explosivo novato Austin Rilley a rodar para doble play, terminando su actuación ponchando al veterano Brian McCann con un indecente slider. ¿Qué más nos deparará el béisbol de Grandes Ligas en su segunda mitad? Como siempre en este deporte esperar lo inesperado es la clave, de ahí la magia.