Después del fiasco de no clasificarse, el Club Santos Laguna por boca de su presidente Alejandro Irarragorri anunció una restructuración, ¿¡restructuración!? Lo que se vino fue un sismo con movimientos trepidatorios y oscilatorios, se sintió al principio un movimiento vertical (primera lista de transferibles con Juan Pablo incluido) después el movimiento fue horizontal (el deseo obsesivo de Darwin de irse de la institución) El rumor de que Oswaldo seguiría a su compadre a Guanatos culminó el terremoto de noticias que sacudieron y dejaron aturdidos a los fanáticos laguneros. Obvio, entre los escombros del alud de información y la inminente salida de referentes en el equipo la afición se pregunta: “Y ahora, ¿cómo vamos a competir?”
Pues bien estoy en posición de comentarles que se vienen mínimo cinco refuerzos, dos extranjeros venidos del exterior y el resto mexicanos, dos de ellos protagonizan la liguilla actual, Santos Laguna prepara una presentación ante los medios a más tardar a mediados de diciembre. Se habla de gente importante que vendrán a tratar de escribir su propia historia e impulsar al equipo a cristalizar el sueño de la quinta estrella.
Pero vamos a tratar de entender la salida oficial de Juan Pablo Rodríguez y la no oficial hasta que lo anuncien debidamente de Darwin. Juan Pablo fue un ancla en Santos Laguna, el director técnico en la cancha como le gustaba llamarlo a Pedro Caixinha Director Técnico en la banca. Se dice que el querido “Chato” pidió su cambio a la ciudad de Guadalajara por los motivos que todos conocemos, pero en caso de que no, aquí está su seguro servidor para recordárselos, la esposa de Juan Pablo fue hospitalizada en Torreón para una cirugía de rutina que se complicó severamente, gracias a Dios como buena esposa guerrera luchó y superó la enfermedad y se recuperó. La parte más importante de su recuperación fue en su ciudad, con sus doctores y con su familia, la hermosa Guadalajara fue fundamental para el regreso a la vida normal de Karla de Rodríguez. Se entiende perfectamente que Juan Pablo no quiera alejar a su mujer de su ciudad adorada, Obvio, hay algunos que piensan que Juan Pablo no pidió irse y que Pedro lo envió a la black list por la gran influencia de Chato en el vestidor. Tanto una versión como la otra son válidas y depende del seguidor santista por cual decantarse.
Lo de Darwin rozó el surrealismo, firma una extensión de contrato por cuatro años, y declara su satisfacción por llegar al acuerdo, no pasan ni dos meses y el colombiano inicia una “gira de despedida” por todos los medios posibles para externar sus deseos de irse de su equipo amado, solo le falta al fantástico futbolista despedirse de su perico y perro. No hay vuelta atrás, la directiva santista ya estudia las ofertas que sabemos han llegado varias y Quintero se va sin remedio. Otra vez dos versiones, el titipuchal de dólares que recibirán Santos Laguna y el jugador hicieron irresistible la transferencia o Darwin no quiso seguir ante las continuas llamadas de atención de su técnico para que juegue más para el equipo, nuevamente ambas son válidas y respetables. A donde vaya el desequilibrante cafetalero el entrenador que lo tenga tendrá que adaptarse al genio sudamericano ya que nunca él se adaptara a un sistema. Eso si la tribuna del estadio al que vaya se va a divertir de lo lindo. Se habla del América para no variar, caramba me gustaría tener la chamba de los “buscadores” de las águilas, son unos baquetones, solo esperar a quien trae el Santos, esperar que triunfe con los Guerreros y ¡véngase! Esperemos más noticias de nuestro equipo y sobre todo que los que lleguen triunfen con loa camiseta más hermosa, la de los Guerreros.