El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó en su sexto informe de gobierno que México cuenta con uno de los sistemas de salud “más eficaces del mundo”. No obstante, los datos oficiales contradicen esta declaración. Durante su mandato, la popularidad de López Obrador ha sido alta, y su partido arrasó en las últimas elecciones. Sin embargo, que mantenga popularidad no significa que se deba celebrar como un éxito lo que ha sido un evidente fracaso.
Según el CONEVAL, entre 2018 y 2022, cerca de 30 millones de mexicanos perdieron acceso a los servicios de salud. Además, el gasto familiar en este ámbito aumentó un 31%, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del INEGI. La falta de acceso a la seguridad social ha llevado a que 6 de cada 10 personas sin cobertura recurran a consultorios privados adyacentes a farmacias.
Por otro lado, las consultas generales en instituciones públicas disminuyeron un 21% entre 2018 y 2024, resultando en 43 millones menos de consultas. De igual manera, las consultas de especialidad también cayeron un 22%, con 10 millones menos en comparación con 2018. Asimismo, la cobertura del esquema básico completo de vacunación en niños de un año pasó del 89% en 2018 al 74.3% en 2024. Esta disminución implica un aumento en el número de infantes sin protección contra enfermedades prevenibles como la poliomielitis, tuberculosis y sarampión.
En este sentido, y como es bien sabido, uno de los problemas más graves y evidentes en el sector salud ha sido el desabasto de medicamentos. En 2024, solo el 69% de las recetas se surtieron completamente, una disminución del 11% respecto a 2018. Este desabasto afecta directamente la calidad de la atención médica y la salud de los pacientes, quienes deben buscar alternativas en el sector privado o enfrentar la falta de tratamiento adecuado.
Definitivamente amigo radioescucha, los datos oficiales contradicen la afirmación de López Obrador sobre la eficacia del sistema de salud. Lo curioso es que los datos son los mismos, no son diferentes a los que tiene el presidente. Lo que sí tiene es una narrativa fantasiosa que no le permite ver la realidad y que le hace ver éxito en sus fracasos. La situación del sistema de salud es crítica y requiere una fuerte dosis de buena gerencia, realismo e innovación. México lo necesita con urgencia.