Mini ciclo de riego: un golpe al campo y al bolsillo

 

Con la apertura de las puertas de la Presa Lázaro Cárdenas, dio inicio a un mini ciclo agrícola en la región. La reducción en el volumen de agua disponible ha llevado a una drástica disminución en la superficie cultivable. Mientras que en ciclos anteriores se regaban hasta 60 mil hectáreas, en este mini ciclo solo se podrán regar alrededor de 18 mil 500 hectáreas, en el mejor de los casos. Los principales cultivos afectados son la alfalfa y el maíz forrajero, esenciales para la alimentación del ganado.

Esta disminución en la producción agrícola no solo impacta a los productores, sino también a la economía regional. Se estima una pérdida económica superior a los 400 millones de pesos para los campesinos, lo que inevitablemente se traducirá en un incremento en los precios de los productos locales para los consumidores, porque no sólo se producen forrajes para el ganado, sino también por ejemplo nuez, que sirve de base para la fabricación de dulces regionales.

La raíz de este problema radica en la falta de lluvias que alimenten nuestro sistema de presas. Además, el cambio climático ha intensificado la frecuencia, duración y severidad de las sequías, lo que podría convertir estos mini ciclos de riego en una constante en el futuro. Hay que recordar que la presa Lázaro Cárdenas, también conocida como El Palmito, no afrontaba una sequía tan grave desde hace un cuarto de siglo; y lo vaticinios no son nada alentadores.

Ante este panorama, es urgente que tanto autoridades como productores implementen medidas de adaptación y uso eficiente del agua. La tecnificación de los sistemas de riego y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles son esenciales para mitigar el impacto económico y garantizar la seguridad alimentaria de nuestra región. Por desgracia, esa labor no ha estado recibiendo un apoyo gubernamental dejando toda la responsabilidad a un sector campesino cada vez más precario en su economía.

Definitivamente, amigo radioescucha, la apertura de las compuertas de la presa El Palmito y el inicio del mini ciclo de riego en la Comarca Lagunera, deben venir acompañadas de la consciencia en torno a la crítica situación hídrica que enfrentamos. Este ciclo agrícola restringido es solo un síntoma de un problema mayor: si no se toman medidas a tiempo, en el futuro no estaremos discutiendo la reducción del riego, sino la inviabilidad de nuestra producción agrícola. Por eso, hoy más que nunca, cuidemos el agua pues cada gota cuenta.



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