Moviendo a México: sí, pero… ¿para dónde?

Impresionante la campaña de arranque de la administración de EPN con los acróbatas en traje que brincaban azoteas, subían paredes, ascendían y descendían con agilidad asombrosa, para rematar con la frase “Mover a México”; la segunda etapa consistió en tres esferas gigantescas, verde, blanca y roja, trasladándose a lo largo del país en la zona rural, en la urbana, en las montañas, en la playa y rematando con la misma frase: “Mover a México”. Hoy, a dos años de gobierno y ante el anuncio del recorte presupuestal por 124 mil millones de pesos, más los antecedentes por todos conocidos y padecidos, la pregunta es ¿mover a México a dónde?

¿Hacia dónde nos lleva el gobierno cuyas promesas en materia económica, de seguridad, empleo, infraestructura, transporte y movilidad, entre otras, cada día son más difícil de cumplir? Analistas coinciden en que el ajuste al presupuesto es un golpe al crecimiento, a la inversión y al empleo. Como parte de este ajuste se cancelaron los megaproyectos de los trenes transpeninsular Yucatán-Quintana Roo y México-Querétaro. La CFE, la SCT y Pemex fueron las dependencias más afectadas. Habrá que ver si el recorte, sobre todo en ésta última, se hace donde más se necesita, que es en la nómina de los recomendados.

Al respecto, la columna Templo Mayor de Reforma comenta: “la baja del petróleo llevó al gobierno de EPN a una encrucijada con dos caminos: el malo y el peor. Por un lado, estaba la opción de recortar el gasto público a sabiendas de que la medida impactaría al crecimiento económico. Dicho y hecho, el anuncio del viernes tuvo efectos inmediatos: Moody’s estimó un raquítico crecimiento del 2.5%… si bien nos va. Una noticia pésima para el país que llegará a la mitad del sexenio con muy poco o nada que presumir en la materia”. Hasta aquí la columna. No obstante, Luis Videgaray insistió en que el impacto será marginal y mantiene su previsión de crecimiento entre 3.2 y 4.2%.

Por desgracia, todas las previsiones optimistas del secretario de Hacienda, a lo largo de sus dos años en el cargo han chocado con el pesimismo de la realidad. Ahora anuncian que alrededor de 2.6 millones de hogares beneficiarios de Sedesol se quedarán sin recibir una televisión digital para el apagón analógico por los recortes presupuestales anunciados por Hacienda, ya que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sólo repartirá 10 millones de aparatos. Otra de las consecuencias derivadas de la caída de los petroprecios es la depreciación del peso, según el Banxico, que además advirtió que un ajuste de la política monetaria en EU podría contribuir que ésta continúe, y conforme sea la magnitud del ajuste del tipo de cambio, no se descarta el riesgo de mayor inflación.

La pregunta es: ¿y dónde está la cobertura de riesgo que se dijo, pagaría los estragos del brutal descenso de la mezcla mexicana? Y la respuesta es que Hacienda contrató sólo cobertura para 228 millones de barriles de petróleo a un precio de 76.4 dólares, pero se espera una exportación de 397.85 millones de barriles; es decir, que el 42.7% de la exportación, se venderá al muy bajo precio de mercado. Además, cabe mencionar que la cobertura funciona como un seguro. Los seguros no pagan hasta que no hay un siniestro. En este caso el siniestro es que el petróleo promedie un precio inferior a 76 dólares en el año posterior a la compra de la cobertura. Apenas terminó enero. Hasta ahora el precio promedio del crudo es de 39 dólares.

Esto quiere decir que, como advierte El Financiero, “si los precios suben, aunque hoy parezca poco probable, podría no haber siniestro y por tanto, la cobertura o el seguro, no paga. Cuando el precio promedio anual quede claramente por abajo de los 76 dólares, entonces se activará la cobertura y el gobierno recibirá los ingresos. En este momento Pemex cobra el petróleo a 39 dólares por barril y el gobierno recibe menos ingresos que lo presupuestado. La diferencia le genera un faltante mensual hasta el momento de unos 10 mil millones de pesos”. Y por si lo anterior no bastara, Pemex registra su peor nivel de producción de petróleo en 28 años.

Definitivamente amigo radioescucha, hoy las acrobacias ya no las hacen los protagonistas de la campaña de televisión al inicio de la administración peñanietista, sino los funcionarios del gobierno federal con los malabarismos, maromas y saltos mortales para tratar de ordenar las finanzas y sortear las críticas nacionales e internacionales por la crisis económica, política, social, de seguridad, de desaparecidos y las demás vicisitudes que aquejan a esta nación nuestra y sus sufridos habitantes, quienes con preocupación ven que el gobierno está moviendo a México, sí, pero… hacia un destino incierto.

Noticias relacionadas



Comenta esta noticia