Fernando Benito
Nueva York, E.U. (13/12/2023).-La inesperada derrota que sufrieron los Delfines de Miami el lunes pasado a manos de los Titanes de Tennessee, abrió la puerta para que los Bills de Buffalo tengan la posibilidad todavía de ganar el título de la División Este de la AFC, algo que se veía prácticamente imposible de que pudiera presentarse hace apenas unos cuantos días.
Y es que a pesar de que los Dolphins se habían visto como un equipo más sólido en la temporada, las cosas de repente han dado un giro y todo apunta a que se tendrá una lucha dramática en los partidos finales, esto en pos de obtener la supremacía de este sector.
Miami tiene marca de 9 ganados y 4 perdidos, restándole en el calendario regular duelos en casa ante Jets de Nueva York, Vaqueros de Dallas y los propios Bills, además de un choque de visita contra los Cuervos de Baltimore.
Por su parte, Buffalo, que ostenta récord de 7-6, se medirá en la conclusión de la campaña a Cowboys y Patriotas de Nueva Inglaterra en condición de local, jugando como visitante ante Cargadores de Los Ángeles y obviamente Delfines.
La clave para que a los Dolphins no se les compliquen tanto el asunto parece estar en lo que acontecerá en los encuentros de la Semana 15 que se jugarán el próximo domingo, ya que en el papel, ellos encararán un partido muy accesible contra los Jets, mientras que los Bills deberán esforzarse para superar a unos Vaqueros, que han estado luciendo muy bien últimamente.
Si ahí Miami consigue el triunfo, como se espera que suceda y la escuadra que dirige el head coach Sean McDermott pierde, es muy posible que todo esté definido, pero si Buffalo es capaz de derrotar a Dallas, entonces agárrense, por que a los de la Florida se les puede venir la noche.
No hay que olvidar, que los Bills se impusieron 48-20 a los pupilos del entrenador en jefe Mike McDaniel, el pasado 1º de Octubre, por lo que los criterios de desempate los favorecerían si se llegara a dar un encuentro decisivo ante los Delfines en la Semana 18.
Si eso ocurre, definitivamente sería el final perfecto de otra temporada de locura en la NFL.