¿Por qué vienen los ‘tarahumaras’ a La Laguna?

 

Mayela Avila 

Torreón, Coahuila (28/12/2018).- «¿Átza tumù surara ka’níliga ba? ¿Está contento su corazón?».

Cada año, los rarámuri bajan de la sierra. Arriban desde noviembre a La Laguna y se quedan hasta el mes de marzo. Llegar a la región les lleva 18 horas de camino, 12 de ‘raid’ desde su comunidad de origen a Chihuahua y seis en camión de Chihuahua a Torreón. ¿Por qué vienen?

Gabino González Santiago, oriundo de la comunidad de Tewerichi, municipio de Carichí, Chihuahua, nos explica que su estancia temporal tiene como fin protegerse de las frías temperaturas que durante el invierno en la sierra oscilan entre los cinco y los 10 grados centígrados bajo cero. Al no tener oportunidad de sembrar, que es su principal actividad económica, se dedican a vender hierbas, artesanías o piden kórima para llevar el sustento a sus familias que se quedaron en la sierra:

Pues ya ves que en Chihuahua no hay mucho trabajo (oportunidad) de vender la artesanía y aquí, que es un poquito más lejos, sí se vende la artesanía de canasta y hierbas: laurel, yerbaniz y todo eso».

Se estima que sólo en el municipio de Torreón llegan, en promedio 60 familias, es decir, entre 300 y 360 indígenas de poblados como Guachochi, Narárachi, Tewerichi, Pawichí y Bakéachi, por citar algunos.

En este año, el Albergue Indígena del DIF Torreón, ubicado en la colonia Nueva Laguna Norte, otorga hospedaje, alimentación y atención médica a un total de 78 personas.

Gabino González explica que la mayoría de las familias rarámuri buscan residencia en viejos hoteles del sector alianza, donde la renta es muy accesible, o en viviendas de la colonia Cerro de la Cruz. Agregó que el tarahumara vuelve a sus poblados después del mes de marzo ó abril para sembrar principalmente maíz y frijol.

Finalmente, Gabino nos comparte que la palabra Kórima -que el tarahumara pronuncia cuando pide- es un término que expresa cómo los seres humanos pueden echarse la mano entre ellos:

«Porque mucho tarahumara que no puede o no sabe hablar español y dificulta la búsqueda de trabajo, porque aquí en la ciudad no es fácil encontrar uno, porque piden papeles y el grado de escolaridad, y en comunidades como la que yo vengo, no existe mucha educación que digamos».

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