Una vez que una bala alcanza su mayor altura -que puede ser de hasta 1.6 kilómetros- caerá y a una velocidad de 60 metros por segundo es capaz de perforar un cráneo.
Una vez que una bala alcanza su mayor altura -que puede ser de hasta 1.6 kilómetros- caerá y a una velocidad de 60 metros por segundo es capaz de perforar un cráneo.