Cosme de Medici, quien más lo apoyó como mecenas, sabía que, a pesar de ser religioso, tenía fama de mujeriego –tal como el cura Vivaldi-, así que para evitarle distracciones, Cosme lo mandó encerrar.
Cosme de Medici, quien más lo apoyó como mecenas, sabía que, a pesar de ser religioso, tenía fama de mujeriego –tal como el cura Vivaldi-, así que para evitarle distracciones, Cosme lo mandó encerrar.