Fernando Benito
Nueva York, E,.U. (13/09/2022).-Tras jugarse todos los partidos de la Semana 1 de la NFL, varios resultados podrían ser candidatos a convertirse en la gran sorpresa de la jornada.
Entre ellos están el triunfo de los Seahawks de 17-16 sobre los Broncos, la victoria de 19-10 de los Osos en el choque contra los 49ers, la derrota en casa de 23-20 de los Bengalíes ante los Steelers y la paliza de 23-7 que le dieron los Vikingos a los Empacadores.
Sin embargo a mi parecer, ninguno de esos duelos se acerca a lo que sucedió en el Nissan Stadium, a donde los Gigantes de Nueva York fueron a vencer 21-20 a los favoritos Titanes de Tennessee.
Todavía hoy se está buscando una explicación, en torno a como le hicieron los limitados Giants para superar a un rival como los Titans, considerado por los conocedores como una de las escuadras más completas de la Conferencia Americana.
Obviamente para derrotar a un equipo con muchos argumentos, se necesita jugar bien en varios aspectos y tener algo de suerte, ya que Tennessee pudo haber ganado el partido, si es que por ahí el pateador Randy Bullock no falla en los segundos finales un gol de campo en un rango accesible.
Lo que es cierto, es que Nueva York tuvo una buena exhibición a la defensiva al dejar en 82 yardas al corredor Derrick Henry y también mostró un notable carácter al regresar de una desventaja de 13 puntos en la segunda mitad.
Adicionalmente su head coach, Brian Daboll, dejó de manifiesto su atrevimiento al ir por el triunfo, intentando esa conversión de dos puntos con poco más de un minuto en el reloj, la cual convirtió exitosamente y de manera dramática el running back Saquon Barkley.
Barkley por cierto, fue la figura del encuentro al ganar 164 yardas en 18 acarreos, llegando en una ocasión a las diagonales.
Este resultado inesperado no obstante, no se piensa que marcará el destino de ambos equipos en la temporada. Los Giants seguramente batallarán en el camino para obtener victorias y los Titans regresarán para dar pelea en su división, pero por lo pronto vaya si seguimos sin asimilar, lo que increíblemente aconteció en Nashville.