Un futuro más verde y próspero para México

 

Durante el 2023, el volumen de residuos globales alcanzó los 2 mil 300 millones de toneladas. Sin acciones urgentes, el mundo podría llegar a 3 mil 800 millones de toneladas de basura en 2050. Los efectos en la salud y economía son alarmantes, con miles de millones de personas sin acceso a sistemas eficientes y efectivos de recolección de desechos. Así son muchos los gobiernos que terminan recurriendo a métodos contaminantes como vertederos o la incineración que contribuyen al 20% de las emisiones de gas metano.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, México produce cada año 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos. No solo eso, sino que también nuestra nación importa una cantidad significativa de estos desechos de países como Estados Unidos, Italia, Alemania, Países Bajos y China. La falta de una fiscalización efectiva en cuanto a la peligrosidad de estos materiales y un control aduanero adecuado resulta en que muchos de estos residuos acaben en vertederos o sean utilizados como combustible.

Según señala el profesor Jorge Álvarez Fuentes de la Universidad de las Américas Puebla, la SEMARNAT ha rehusado establecer aceptar propuestas externas a la industria, manteniendo el modelo de la incineración y el coprocesamiento como soluciones óptimas. Se insiste además en soluciones ya superadas como los empaques reutilizables, reciclables o compostables, evitando el debate sobre la eliminación total de las sustancias tóxicas.

En este sentido, es imperativo adoptar una visión sistémica que trascienda la simple gestión de residuos. Para ello, las instituciones financieras, la iniciativa privada, la sociedad civil y los gobiernos deben formar coaliciones para crear políticas públicas innovadoras, reforzar regulaciones y aplicar sanciones. Es crucial armonizar normativas a lo largo del ciclo de vida de los plásticos, enfocándose en la eliminación, circulación, información y prevención.

Definitivamente amigo radioescucha, la próxima administración federal de México se encuentra ante la oportunidad de liderar un cambio paradigmático. Es el momento de dejar atrás los proyectos obsoletos y abrazar una visión que coloque el cuidado ambiental en el centro de la agenda. Este nuevo enfoque debe fomentar prácticas productivas que sean sostenibles y responsables, adoptando los principios de la economía circular para promover un futuro más verde y próspero para México. ¡Sí, sí es posible!



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