El ataque registrado el pasado sábado en Gómez Palacio encendió las alertas en toda la región. Sin embargo, la rápida acción de las autoridades permitió ubicar a los presuntos responsables y evitar que el hecho escalara. Los operativos de blindaje implementados en Torreón y otros municipios coahuilenses mostraron la capacidad de reacción y coordinación interinstitucional que, afortunadamente, caracteriza hoy a las fuerzas de seguridad de la Comarca Lagunera. Este tipo de respuestas demuestra que la vigilancia permanente y la cooperación entre corporaciones son esenciales para proteger a la ciudadanía.
No obstante, la condena de más de 70 organismos empresariales y civiles refleja una preocupación legítima: que hechos como éste no se repitan y no echen por tierra los años de trabajo que han permitido recuperar la tranquilidad regional. La seguridad no debe darse por sentada; requiere atención constante y prevención inteligente. La sociedad lagunera ha aprendido, con base en experiencias pasadas, que cuando se baja la guardia, los riesgos vuelven a crecer y afectan a todos los sectores.
Coahuila ha mantenido resultados positivos gracias a una política de seguridad sostenida, basada en profesionalización, tecnología y cooperación entre niveles de gobierno. Pero estos logros deben reforzarse con estrategias preventivas en Durango y una colaboración más estrecha entre ambas entidades, para blindar integralmente a la Zona Metropolitana de La Laguna. Solo mediante una coordinación real y sostenida se podrá garantizar que la paz no dependa de la suerte, sino de instituciones fuertes y comprometidas.
La ciudadanía también tiene un papel fundamental. La denuncia, la participación en comités vecinales, el fortalecimiento del tejido comunitario y la confianza en las instituciones son pilares para mantener un entorno seguro. La corresponsabilidad social es la mejor herramienta para anticipar conflictos y resolverlos antes de que se conviertan en amenazas mayores.
Definitivamente, amigo radioescucha, los lamentables sucesos del sábado nos recuerdan que la seguridad no admite descuidos. Sigamos trabajando unidos, autoridades y sociedad, para preservar la estabilidad que tanto ha costado recuperar y consolidar a La Laguna como una región segura, productiva y en paz. Porque la paz no se hereda ni se impone: se construye, día a día, con compromiso, confianza y responsabilidad compartida.