La Camerata de Coahuila es una agrupación musical que ha trascendido las fronteras de la música de cámara para colocarse cada vez más como orquesta sinfónica. La institución se encuentra a las puertas de la celebración de los 30 años de su fundación. La idea fue gestada en abril de 1994 a partir de la iniciativa de un grupo de laguneros encabezados por los señores Ricardo y Lucrecia Santibáñez. Su primer concierto tuvo lugar el 10 de junio de 1994 en el Teatro Isauro Martínez. Inició con apenas 17 músicos y actualmente cuenta con 47 integrantes.
Su misión es la de difundir y promover música académica de concierto en el estado de Coahuila. Ha estado bajo la guía de un director artístico, el coahuilense Ramón Shade. A partir de la incorporación del magistrado Miguel Mery Ayup como vicepresidente del patronato, se ha venido llevando a cabo una profunda reestructuración del equipo de gestión. Actualmente se encuentran Samanta García Villarreal, como gerente general; Carlos Castañón Cuadros, como director ejecutivo y Rodrigo Hernández Román, como subsecretario técnico.
Parte importante del trabajo ha sido el saneamiento administrativo de la institución. Según lo señalado por el magistrado Mery Ayup al asumir el cargo se encontró con una deuda de 1 millón 400 mil pesos, un pago de Impuesto sobre la Renta de 600 mil, más 500 mil pesos de IMSS. Todos estos adeudos fueron saldados, poniendo así orden en la gestión. La Camerata recibe apoyo de diversas instituciones tanto públicas como privadas entre las que se encuentran la Gubernatura del Estado, el Ayuntamiento de Torreón y grupos empresariales como Soriana, Lala y Peñoles.
Las organizaciones culturales, de modo similar a las académicas y de investigación, tienen la característica de servir de soporte al desarrollo de prácticas. Una práctica se fundamenta en el desarrollo progresivo de la creación y ejecución de obras excelsas. Una buena práctica del violín, por ejemplo, podrá producir violinistas virtuosos. Ahora bien, para ello necesita sobrevivir en una sociedad y para eso precisa de una buena gestión. Sin una administración que cuide esmeradamente de su sentido social, difícilmente logrará progresar.
Definitivamente amigo radioescucha, es importante apoyar esta nueva etapa de la Camerata de Coahuila a fines de impulsar el lanzamiento hacia otros 30 años de buena música académica. La Camerata es un claro ejemplo de cómo la pasión por el arte y una gestión eficiente pueden llevar a una organización a alcanzar grandes logros. Que sigan los éxitos y la buena música. ¡Viva la Camerata de Coahuila!