Inicio brutal ha tenido la escuadra guinda que dirige Jonathan Aceves, de los primeros veinte juegos de la temporada los “emergentes” del Unión Laguna, por aquello de que terminaron por participar en esta temporada de emergencia, de última hora, barridos en home. Cuando todavía no se sabía ciencia cierta si tendríamos beis en La Laguna ya varios equipos se armaban hasta los dientes. Y si a esto le agregas que la temporada arrancó contra unos Tecolotes de dos Laredos supuestamente a la par de los nuestros y que nos ganaron cinco de los primeros seis partidos, para luego perder serie en casa contra Acereros, uno de los favoritos para llevarse el norte.
Para luego embarcarse en una gira de nueve juegos contra un equipo que juega pelota de arriba de .500 continuamente como son los Pericos, después a casa del líder del sur, los Guerreros de Oaxaca y concluir este viacrucis en el hogar de los campeones de la Liga, los Sultanes de Monterrey, la verdad haberse traído cuatro de nueve no está nada mal. Pero el bautizo de fuego para este “nuevo” Unión Laguna no termina, de regreso a casa a recibir al súper líder Toros de Tijuana. La semana próxima tres aquí contra Monterrey y tres en Tijuana. Ni hablar exámenes durísimos que pondrán a prueba no solo a los peloteros y su cuerpo técnico, si no a los directivos y propietarios de la organización que se darán cuenta a cabalidad de cómo va la cosa.
Pero sobre todo los que más deberán de tener tolerancia y comprensión son los aficionados, se sabía con anterioridad que sería casi imposible pelearle puestos a equipos como Sultanes, Toros y Acereros. Se supone que estos tres tendrán los primeros lugares, restaría un puesto más, donde, Dos Laredos y Aguascalientes se apuntan para pelearlo, dejando a Saltillo, Durango y Laguna con mucho menos posibilidades, pero a expensas de que sobre todo sus extranjeros respondan en su primera temporada en Liga Mexicana de Verano.
No hace mucho Unión Laguna tuvo una buena temporada, fue en el 2017 cuando ganó 60 partidos y se quedó a medio juego de forzar un juego de comodín contra Rieleros. En esa temporada se calificaron tres equipos en el sur con menor porcentaje ganador que los Algodoneros, cosas del destino, fue la última temporada en que los hermanos Arellano Hernández (antiguos dueños del equipo) realmente se preocuparon por la afición guinda, armando un buen equipo que lideraba Ricky Álvarez a cañonazos, el jardinero nativo de Tijuana termino la temporada con 105 remolcadas, 17 cuadrangulares, 28 dobles, 135 hits y .311 de porcentaje. Pero también marcó el inicio de la migración lagunera a la península yucateca. Ricky dejó a los algodoneros muy a su pesar por órdenes de los dueños que tenían una sola nómina que incluía a Leones y Algodoneros, dándole clara preferencia a los melenudos. Otro buen elemento en ese 2017 fue el californiano Art Charles que en solo 26 juegos logró conectar 10 homeruns y producir 21 carreras, para un promedio de bateo de .351, al iniciar el 2018 ya estaba enfundado en la franela de los Leones de Yucatán. Los cambios a Yucatán de Álvarez y Charles son solo dos ejemplos de la descomposición que sufrió el equipo y que culminó en 2018.
Ganar 60 juegos como lo hicieron aquellos Algodoneros del 2017, se ve como algo sumamente remoto para este 2019, tomando en cuenta todas las circunstancias que envolvieron la planeación del equipo siendo lo prioritario el rescate de la franquicia, aquí es importante volver a insistir, los Algodoneros traen un rezago de un año, todo el 2018 se tiró a la basura, participando por obligación y no por convicción, nuestro reconocimiento a los que se quedaron y de alguna manera lograron ganar 41 juegos en el año, perdiendo la friolera de 73.
Señores hay que seguir yendo al parque de pelota, que se vea que somos agradecidos con quienes arriesgando parte de su patrimonio rescataron el béisbol en La Laguna, correspondamos con nuestra presencia y de nuestras familias, sigamos engrandeciendo esta bella y gran tradición lagunera cien por ciento como es el juego de pelota. Vendrán tiempos mejores, esto apenas inicia, hagámosle sentir a todos los involucrados en la organización guinda que cuentan con nosotros. ¡Playball!