Liliana Rincón

Torreón, Coahuila (13/04/2016).- Un grupo de mujeres que fueron capacitadas mediante el programa Taxi Seguro, impulsado por el Instituto de la Mujer, se concentró en la Plaza de Armas para aclarar que las condiciones de trabajo que tuvieron que enfrentar eran estresantes, pues argumentaron que la estrategia no se dio a conocer en su totalidad, además de que no existían las condiciones necesarias para que el trabajo fuera rentable; incluso, denunciaron la falta de un radio de comunicación, que los viajes se solicitaban por medio de una aplicación y por tanto se vieron en la necesidad de «ruletear».

Una de las taxistas, que prefirió permanecer en el anonimato, explicó que uno de los pasajeros la besó al terminar un viaje y ella tuvo que defenderse, además de que otro trató de meterla a un bar. Ella es madre soltera y decidió dejar la actividad, afirma que el impacto fue tal que dejó de arreglarse durante algunos días para » que los hombres no la voltearan a ver».

Otra comentó que uno de los 15 días que laboró no completó la renta del taxi a tiempo, llevaba pasaje para cubrir la cantidad y vía GPS, desde la base le apagaron la unidad cuando circulaba por el bulevar Torreón-Matamoros.

Llevaron la unidad jaloneando con cadena, fue muy traumante no saber qué hacer y la pasajera me preguntaba: -¿me bajo a puchar? – yo le dije, no, cómo crees».

Las taxistas tienen que pagar entre 390 y 450 pesos diarios, además de 170 pesos semanales por concepto de base.

Se dijeron inconformes con las declaraciones emitidas a través de medios de comunicación por parte del municipio en el sentido de que no se hizo «la selección debida para el programa», y aclararon que fueron 16 mujeres las que terminaron la capacitación correspondiente pero sólo había 6 taxis disponibles.

En tanto, Dulce Pereda, directora del Instituto la Mujer afirmó que sí había suficientes unidades, incluso, cinco estuvieron en espera de quien las manejara y que algunas de las taxistas declinaron dedicarse a la actividad y otras argumentaron que se integrarían después de vacaciones.

Destacó que a las inconformes se les ofrecieron las instalaciones del Instituto para que acudieran a refrescarse, cargar pasaje o hacer base pero nunca las utilizaron.

Dijo que lo más valioso es que las mujeres recibieron la capacitación, están certificadas y pueden desempeñar su labor en cualquier línea, además de que conocían las reglas que tenían que cumplir y descartó que el hecho de que las unidades fueran apagadas por GPS o el cobro de renta pudieran considerarse un hostigamiento.

Hay reglas que se tienen que cumplir, como horarios, tuvimos una reunión de tres horas con ellas, dándoles tips de seguridad porque para nosotros es muy importante».

Aclaró que también dieron indicaciones sobre las precauciones que deberían tomar con los pasajeros, en qué momento mejor apagar el vehículo y descender y que tipo de viajes no hacer.

Esta certificación les puede abrir las puertas, si ellas no consideran que ese concesionario les dio las condiciones que requerían tienen la libertad de buscar otra oportunidad de trabajo en otros lugares».

Por su parte, el alcalde Miguel Riquelme explicó que el municipio brindó la capacitación y enlazaron a las mujeres con las líneas de taxis, pero en dado caso de que las concesionarias no respeten los convenios establecidos con el municipio, se puede recurrir a otras, además de que en pocos días lanzarán un programa de unidades de servicio para personas con discapacidad.

No es algo que dio el municipio, es algo que contactó el municipio de buena fe».